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UNIFICAR EL SISTEMA DE SALUD PARA REDUCIR LA MORTALIDAD POR COVID – 19

Lecciones ante una posible tercera ola

Publicado: 2021-08-07

Escrito por: Misael Anaya Montes (*)

En su discurso el pasado 28 de julio, luego de juramentar como Presidente de la República, el profesor Pedro Castillo dijo: “[…] impulsaremos la consolidación de un solo sistema de prevención en salud unificando ESSALUD, el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Salud, las Direcciones Regionales de Salud y los sistemas de salud de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Todos en un solo gran sistema que preste el servicio a todos los habitantes del país.”

La pandemia por Covid-19 ha desnudado las falencias del sistema de salud peruano, pero también ha fortalecido el rol rector del Ministerio de Salud que por primera vez en su historia recolecta información de todos los subsistemas de salud públicos y privados a nivel nacional referente al Covid-19. La recolección de información para monitorear esta pandemia constituye evidencia robusta para sostener que un sistema de salud unificado puede reducir la mortalidad.

En la figura 1 se muestra la mortalidad por Covid-19 por tipo de seguro, la información corresponde a la data oficialmente reportada por el Ministerio de Salud - MINSA y contiene información desde el inicio de la pandemia hasta junio del 2021, fecha en la que existían oficialmente cerca de 2 millones de casos diagnosticados y 180 mil fallecidos. La línea sólida de color negro grafica el promedio de mortalidad, alrededor del 9%.

La gráfica también muestra la mortalidad en un sistema fraccionado. Por un lado, los que no tienen seguro (línea roja) que son las personas que tienen que acceder a servicios de salud con gasto de propio bolsillo llevan la peor parte, en este grupo la tasa de fallecimiento ha alcanzado picos del 35% en la primera ola y en la segunda ola hasta el 30%. En el otro extremo, para las personas que tienen en simultáneo SIS y ESSALUD (línea azul) la mortalidad es aproximadamente 3% menor que la mortalidad promedio.

La lógica de por qué alguien que tiene dos seguros (SIS y ESSALUD) tiene una menor mortalidad es la siguiente. Si una persona solo tuviera SIS y viviera al frente del hospital Rebagliati, no podría acceder a la cama UCI del Rebagliati, no importa cuán cerca se encuentre de este hospital o que la UCI se encuentre disponible. Lo mismo ocurriría con una persona que solo tuviera ESSALUD y viviera al frente del hospital Loayza. Sin embargo, la persona que tiene ambos seguros puede acceder a cualquiera de estos hospitales dependiendo de la disponibilidad del servicio. Es decir, para alguien que tiene SIS y ESSALUD el sistema de salud trabaja como si estuviera unificado. Este grupo de personas puede acceder de manera más rápida no solo a UCI, sino a tratamiento ambulatorio, hospitalización o terapia de oxígeno, lo que conllevaría a que no requiera UCI en primer lugar.

La Covid-19 es una enfermedad en donde el tiempo es sumamente valioso y el acceso oportuno a tratamiento mejora las posibilidades de sobrevivir, por lo tanto, se podría afirmar que solo hasta la primera ola se hubieran evitado varios miles de muertes si todas las personas hubieran tenido SIS y ESSALUD de manera simultánea.

La recomendación de política ante una posible tercera ola, muy probable en el mes de setiembre, es emitir un Decreto de Urgencia que disponga la afiliación simultánea de los 34 millones de peruanos tanto al SIS como a ESSALUD y a las Sanidades de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú, mientras dure la emergencia sanitaria. Es una norma que se puede emitir en menos de una semana y no requiere una reforma constitucional.

Claro está que para que esta medida sea permanente, pospandemia, es posible que se requiera una reforma constitucional y la emisión de normas con rango de Ley, para lo cual habría tiempo suficiente, puesto que tendremos por lo menos un año más de emergencia sanitaria. Sin embargo, para este segundo paso el gobierno del profesor Castillo probablemente encontrará una oposición tenaz, no solamente del Congreso, sino especialmente de los gremios médicos. Pero, visto desde una perspectiva histórica estos procesos no son nuevos, ya en 1948 cuando el Sistema Nacional de Salud de Inglaterra (NHS por sus siglas en inglés) se fundó fueron los médicos de la British Medical Association (BMA) los que más se opusieron, sin embargo, es la BMA uno de los que más defienden al NHS de hoy. No tendría por qué ser distinto en el Perú de hoy.

Para los que puedan señalar que la propuesta de un sistema de salud universal financiado por impuestos es una idea comunista o de origen cubano, recordar que la revolución en Cuba recién se llevó a cabo en 1958, diez años después de la fundación del NHS de Inglaterra (para nada comunista). La situación de la salud en el Perú, sobre todo frente a la pandemia y otras emergencias sanitarias por venir, así como de otro origen natural, ambiental u otro requiere no solo sacar lecciones aprendidas, sino decisiones y sobre todo implementación, dejando de lado cualquier discusión ideológica o confrontación política, para encontrar objetivos y fines en común, la seguridad y el bienestar de todos los peruanos, en especial de los más vulnerables.


(*) Misael Anaya Montes es PhD en Economía por la Universidad de York, Inglaterra. Experto en políticas de salud del Ministerio de Economía y Finanzas.

misael.anaya@york.ac.uk



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